La leyenda viviente del boxeo mexicano, Julio César Chávez, festeja hoy 60 años de vida y lo hará a lo grande
RODOLFO ROSALES
Bautizado como “El Gran campeón mexicano”, por el anunciador estadounidense Jimmy Lennon Jr., Julio César Chávez, “El César del Boxeo”, el mejor peleador que ha dado el boxeo azteca, cumple hoy 60 años de vida y lo celebrará con una fiesta en el Campo Marte de la Ciudad de México.
Sus números así lo dicen: 107 victorias, 86 por nocaut, 13 años invicto, 37 peleas de título mundial y el primer mexicano en ganar tres títulos mundiales y diferentes divisiones: superpluma, ligero y superligero y con el récord de 132 mil aficionados en el Estadio Azteca para su combate contra el estadounidense Greg Haugen, dan testimonio de su grandeza.
Julio conoció el infierno de la pobreza, probó las mieles de la fortuna, el dolor de las adicciones y como el ave fénix, resurgió de sus cenizas, para convertirse en la leyenda viviente del boxeo mexicano
Verdugo de peleadores puertorriqueños como Edwin “Chapo” Rosales, Juan Laporte, Ángel “Pelayito” Hernández y Héctor “Macho” Camacho, Chávez se convirtió en el rey del pago por evento a mediados de la década de los noventa, cuando Mike Tyson, en único boxeador que lo eclipsaba estuvo en presión por violación.
EL ORIGEN
Hombre sencillo, por su origen humilde, JC nació en Ciudad Obregón, Sonora, el 12 de julio de 1962; luego, buscando mejores horizontes, su familia se mudó a Culiacán, Sinaloa, tiempo después, se lanzó a la aventura a Tijuana, en busca del sueño de ser boxeador y campeón del mundo y debutó en 1980.
Fue ahí como inició la leyenda del “Gran campeón mexicano”, pero siempre con la idea de cumplirle a su madre, doña Isabel González, la promesa de sacarla de trabajar, comprarle una casa y darle una mejor vida, la cual ha cumplido con creces.
Cuatro años después, en 1984, se coronó campeón de peso superpluma. Al imponerse por nocaut técnico en cuatro asaltos a Mario “Azabache” Martínez, en el Olympic Auditórium de Los Ángeles, California.
Luego tuvo batallas memorables, que lo llevaron a convertirse en campeón mundial de peso ligero y superligero y al Salón de la Fama Internacional de Canastota, Nueva York, en 2011.
