Para los aztecas el tiempo debía ser medido y registrado. Fechas y periodos, aniversarios, las cosechas e incluso la prosperidad del reinado de los gobernantes, eran asentados. De ahí la importancia de crear el Calendario Azteca, donde con una precisión asombrosa se realiza, a través de anillos, el conteo de los 365 días del año. En el centro la cara de Tonatiuh, representa al sol como centro de todos los fenómenos diarios y periódicos.