Aún hoy en día se conoce a los tornados como serpientes de agua o serpientes de nube, por la forma serpentina que toman.
Esa asociación de las serpientes con las tormentas, el agua, la corriente de los ríos y la lluvia vienen de épocas remotas.
Representados como serpientes, los dioses del agua han estado entre nosotros siempre.